Una de las ventajas de los juegos cooperativos es la gran facilidad para jugar en solitario con ellos. En ocasiones las reglas se mantienen y se trata de jugar solo pero como en una partida multijugador -normalmente controlando varios roles a la vez-, en otras, como es el caso que nos ocupa, el juego varía ligeramente algunas cosas para que la experiencia monojugador (que mal suena eso) sea más satisfactoria. Os hablo de Ghost Stories. Antoine Bauza al diseño y Pîero al grafismo hacen de el mi cooperativo favorito, difícil, temático y un despliegue en mesa alucinante.
Para los que no lo sepan Ghost Stories nos mete en el papel de un monje taoísta en un pueblo perdido de la China medieval que tendremos que defender del ataque de un ejército fantasmal y, en último término, del advenimiento de Wu-Feng "Señor de los Nueve Infiernos". La tarea no es fácil pero los lugareños nos echarán una mano con su mejor voluntad para lograr tamaña empresa. Como ves en la foto de encima el pueblo se compone de las nueve losetas del centro y cada taoísta juega con un tablero de su color que actuará como cada uno de los puntos cardinales por donde pueden llegar los fantasmas.
El juego es de 1 a 4 jugadores que tendrán diferentes poderes marciales y trabajarán en equipo para luchar contra los fantasmas. La dificultad es ajustable: iniciación, normal, pesadilla e infierno y se determina endureciendo tanto las condiciones de victoria como la fuerza del ataque fantasma. Los Taoístas ganan si logran eliminar la encarnación de Wu-Feng antes de que este y sus secuaces fantasmales logren encantar un número variable de lugares del pueblo -dependiendo del nivel de dificultad varía el número de 3 a 4-.
En esta ocasión comencé por una partida en nivel normal con el taoísta azul (3 Qi de vida, 1 Encarnación de Wu-Feng en el mazo de fantasmas y pierdes con 3 lugares encantados) y salvo algunos apuros la partida fue bastante bien. Una vez terminada la partida me propuse un reto mayor, así que preparé el tablero de nuevo para jugar una en nivel pesadilla (3 Qi de vida, 3 Encarnaciones de Wu-Feng y pierdes con 3 lugares encantados) y para mi sorpresa volví a darle su merecido a Wu-Feng.
Hay un par de razones fundamentales para que creo que las partidas fueron tan bien. Por una parte el fabuloso poder del taoísta azul que pide ayuda a los habitantes del pueblo y ataca en el mismo turno -para todos los demás estas opciones son excluyentes, o atacas o pides ayuda- lo que me daba mucha velocidad de actuación. Eso y que jugué con la loseta promocional The Guardhouse que te permite reordenar los cuatro primeros fantasmas del mazo y además te proporciona una ficha Tao de cualquier color, poderosísima si se usa bien. El azar influye en las tiradas de dados, pero siempre puedes tratar dejarlo mínimo al azar con el uso de las fichas Tao, que me permitió tener la partida controlada en todo momento.
Un juego independiente del idioma -salvo las reglas, pero las tienes aquí- que recomiendo encarecidamente a todos aquellos que le gusten los cooperativos o gusten de jugar en solitario.
LudopÁticoS: Maskleto
Jugamos a:
Ghost Stories (2 Partidas)
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