28 marzo 2011

Las Torres de Troyes

La catedral de la ciudad francesa de Troyes, en la región de Champagne, -Cathédrale Saint-Pierre-et-Saint-Paul de Troyes- tiene una característica que la hace singular: no es simétrica ya que sólo tiene una torre. El ojo de este cíclope de piedra es la torre de San Pedro, la otra torre, de San Pablo, no llegó a construirse nunca y esta catedral de estilo románico quedó inacabada como podéis ver en la fotografía que nos muestra su aspecto actual. En el juego de mesa Troyes se ilustra también esta circunstancia y los trabajos en la catedral que se ven en el tablero hacen referencia sólo a esa torre norte que llegó a buen término.

Pero no os equivoquéis, en Troyes el objetivo no es construir una catedral como en el juego Los Pilares de la Tierra, nada que ver, aquí es sólo una opción más, entre las muchas que tienes, para que tu influyente familia haga algo por la ciudad que te vio nacer y de la que quieres el mayor reconocimiento al final de la partida, puntos de victoria hablando en plata.

En el juego la catedral está directamente relacionada con el edificio del obispado, ya que usa los dados que otorga esa localización del tablero. Para poder colaborar en la construcción de tan magno monumento tendremos que invertir uno o más de nuestros dados blancos relacionados con los aspectos eclesiásticos del juego. Sin ser el objeto principal, la construcción de la catedral de Troyes no es un tema del que uno pueda desentenderse durante el juego ya que si un jugador no ha colaborado en alguno de los tres niveles de construcción será penalizado al final de la partida restando dos puntos de victoria por cada nivel en el que no tenga presencia -no está bien visto lo de escaquearse en este pueblo-.

Detalle del tablero y la catedral

El viernes noche nos quedamos sin la necesaria sesión quita penas y me jorobó bastante porque tenía pensado estrenar Troyes a más de un jugador. Esa espinita la logré sacar el domingo en una partida a dos después de un buen rato de insistencia a lo que llevó otro de explicar reglas. Troyes no es un juego sencillo, hay mucho por hacer y muchas opciones, pero una vez se aprende es un juego sin excepciones a las reglas. Es decir, todo funciona de forma coherente en Troyes, los iconos son claros e ilustrativos y las acciones similares pero con diferente objetivo, lo dicho, todo muy coherente. Es un eurogame en el que hay que meditar cada una de tus acciones y eso me gusta. Usa dados como mecánica principal pero diría que el azar está controladísimo y es de esa clase de juegos en los que siempre te falta dinero para hacer todo lo que querrías, otra cosa que me encanta. 

Entre sus características tras esta primera partida destacaría: interacción directa entra jugadores, muchísimas formas de puntuar, muy rejugable y tiempo a dos bastante ajustado -tardamos unos 70 minutos- siendo novatos. Troyes fue candidato -quedó segundo- a mejor juego del año en el 1er Concurso InterBlogs y hasta que yo lo juegue más y pueda escribir una os invito a leer la fabulosa reseña de Mr. Meeple aquí.

La "otra" torre de Troyes
Para jugar a un juego en el que todos los turnos lanzamos dados con un tablero plagado de pequeñas piezas, que pueden salir volando al mínimo impacto, parece imprescindible el accesorio del que os hablé aquí, sobre todo si, como nosotros, juegas en una mesa pequeña. Lo usamos en la partida y garantizo su eficacia, ¡si hasta tiramos los dados directamente en nuestro distrito!, todo con la seguridad que no haríamos ningún estropicio. Vale que en una mesa grande puede estar de más, pero ya os digo que a nosotros nos vino de perlas.

Recuerda que puedes comprar esta torre en nuestra tienda de confianza y podrás decir, como nosotros, que Troyes realmente tiene dos torres pero hay que fijarse bien porque, como la segunda es transparente, no es fácil de ver. 


LudopÁticoS: Maskleto y Belén [22.03], [27.03]
Jugamos a:

Ricochet Robots (2 Partidas)
Hanabi (2 Partidas)
Troyes (1 Partida)





2 comentarios:

Angel dijo...

La catedral de Málaga también quedó inacabada, teniendo al igual que Pierre-et-Saint-Paul de Troyes una sola torre, de ahi viene el sobrenombre que se le da "La Manquita"

Maskleto dijo...

Pues me pilla bastante más cerca que la francesa y ganas tengo de pasarme por ahí :D. No estaría mal, ver esa curiosa catedral y hacer unas partidas con los amiguetes lúdicos de la zona.

Publicar un comentario