15 febrero 2011

Yo, Yo Mismo y Troyes

- Tu turno
- Querrás decir tu turno
- Eso he dicho: tu turno.
- Bueno, bueno, no te pongas así.
- No me pongo nada, eres tú, ¿quieres jugar ya?
- Vale, vale; madre mía que carácter.
- Hay días que te daría una buena "leche" si no supiera que me va a doler tanto como a ti.

Desde el sábado saboreo una partida de Troyes que terminé ayer. ¿Contra quien?, como seguro ya habrás descubierto; contra mi mismo. Una partida sin prisas que me sirvió para afianzar las reglas, aprender bien la mecánica y, sobre todo, comprobar que dudas pueden surgir en el desarrollo normal del juego.

Me gusta esta práctica de disfrutar de partidas como a dos pero en solitario, en modo iniciación sobre todo. Evidentemente es infinitamente más divertido jugar contra otros oponentes, pero cuando no se puede, pues no se puede y no por ello vamos a dejar de jugar. Es una experiencia diferente y absolutamente introspectiva, además puedes pensar en tu turno el tiempo que quieras porque sólo tú estas esperando que acabes (en la entrada de ayer hablé sobre ello). Eso si, no creo que pudiera hacerlo con todo tipo de juegos como otros que tiene la capacidad, y el merito, de jugar wargames para dos ellos solos, jugando a la vez con los dos bandos. Igual es cuestión de práctica, quién sabe. Lo bueno es que Troyes en juegos sin acciones ocultas y sin información privilegiada donde es relativamente fácil jugar de forma equilibrada con ambos bandos.

¿Y tu?, ¿juegas alguna vez contra ti mismo o es que yo soy un enfermo?

Ahora hablemos de Troyes -todo lo que puedo hablar tras una partida contra mí mismo- donde todo han sido buenas impresiones. Troyes fue finalista en el 1er Concurso InterBlogs -que no ganó por poco- y lo que había leído sobre él eran elogios que ahora veo fundamentados.  Os dejo unas pinceladas tras la experiencia.

Es un juego de colocación de trabajadores y "trabajadados" con muchas formas de puntuar -cosa que adoran los eurogamers, venga va y yo también- lo que favorece bastantes estrategias distintas. Parece muy rejugable por varios factores aleatorios durante la preparación del juego que hacen que el tablero sea diferente cada vez. No es un juego sencillo, no nos engañemos, es una experiencia de juego que disfrutarán los jugones de la familia, no veo jugadores casuales enzarzados en una partida a Troyes, más por la cantidad de opciones (abrumadora) que por las reglas en sí, que están muy bien escritas y me parecieron fáciles de entender. Componentes, tablero, cartas; gráficamente me gusta, gran trabajo de Alexandre Roche. Por último aprecié bastante interacción entre jugadores y azar, sí, pero controladísimo.

Si quieres una buena reseña no te pierdas la de Mr. Meeple aquí.

!Ah!, se me olvidaba, gané la partida.    

1 comentario:

seldonita dijo...

Envidio tu capacidad de jugar a solas con tamaño juego ante ti. Yo aún no me he aventurado a tal hazaña, quizá para eso prefiera los videojuegos. Pero sí es verdad que sirve (y mucho) para aprender mecánicas y luego poder empezar rápidos cuando tenemos otros seres humanos delante dispuestos a disfrutar de este juego.

Un saludo.

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