28 junio 2013

Haggis A Primera Vista

¿Por qué?, me pregunté una y mil veces mirando la caja roja con el dragón en la portada. Y no, no hablo de la clásica caja roja de Dungeons & Dragons, el juego de rol, hablo de una caja mucho más pequeña pero con un vicio dentro por lo menos igual, si no mayor, hablo de Tichu (puedes leer nuestra reseña aquí). El dragón se retorcía, quería salir a mesa pero era imposible,  sólo podía ser invocado si había justamente cuatro jugadores y eso no sucedía a menudo. Frustrado me acerqué al botellero, cogí un vaso ancho, puse una piedra de hielo y lo llené de whisky hasta la mitad. Antes de dar el primer trago levanté el vaso para mirar el líquido al trasluz, me encanta ver los tonos ambarinos mientras lo agito suavemente. Perdí la vista tras el vaso durante unos segundos, cuando la volví a enfocar en él me sobresalté, por un instante me pareció ver grabada sobre el hielo la palabra Haggis.


Creado en Canadá y vestido en las High Lands de Escocia nos llega Haggis. Anda que no le tenía yo ganas a este juego y, tras probarlo, no me ha defraudado en absoluto. Tiene el mismo sabor que Tichu, un juego que en el LudopÁtico nos encanta pero que, como ya adelanté, ve poquísima mesa debido a su particular necesidad de jugar por parejas y justamente cuatro jugadores. Haggis ofrece todo lo que nos gusta de Tichu pero en partidas a dos o tres, parecía el sustituto perfecto y una vez jugado corroboro que lo es.

Básicamente si has jugado a Tichu te va a sonar mucho todo lo que diga. Bazas en forma de parejas, tríos, cuatro iguales, etc. Escaleras o parejas de escaleras. Bombas. Apuestas iniciales. ¿Suena todo muy a Tichu verdad?. Lo bueno es que, aunque el juego tiene mucho en común con su homólogo oriental también tiene particularidades que lo hacen singular. Entre ellas una de las que más me gusta es que las figuras (que también actúan de comodines) se mantienen frente a los jugadores boca arriba sobre la mesa y se usan cuando las necesites. ¿Qué no te has enterado de nada? Eso es que no has leído nuestra reseña de Tichu, ya estás tardando en leerla aquí y probar uno de los mejores juegos de cartas a los que he jugado.

Image Courtesy of boardgamegeek.com
Haggis está incluido dentro de la serie postcard de la editorial canadiense Indie Boards and Cards, Viene en una robusta caja pequeña que contiene una baraja especial de cinco palos y unas reglas. No hace falta más, estamos hablando de un juego de cartas con un aire tradicional muy fuerte. Como dije, es un juego de bazas, pero con algunos detalles que lo hacen muy original. El arte minimalista que luce, evocador de la tradición celta, está muy logrado e invita a jugar con un buen vaso de whisky, ya probaré, ya. Con respecto al manual es fácil de leer e incluye algunos ejemplos, tuve que leerlo un par de veces para pillar todos los detalles del juego pero tras esta segunda lectura no me quedaron dudas que tuviera que consultar online, eso es bueno. Puede ser que saber jugar a Tichu haya sido una ayuda para asimilar las reglas de Haggis, quizás un jugador sin conocimientos de este tipo de juegos requiera una tercera lectura del manual, que no es más que un tríptico, tampoco hay que asustarse.

Mi experiencia es a dos jugadores y puedo afirmar que el juego funciona perfectamente, de hecho viendo como funciona ya auguro que a tres pinta muy bien. Me encantó el detalle de que al repartir las cartas sobren algunas (a estas sobrantes se les llama Haggis) y quedan fuera de juego, se las llevará para puntuar aquel jugador que primero se descarte (objetivo de cada ronda). De esta forma hay cierta incertidumbre en lo que tiene el otro jugador en la mano, factor que le da a las partidas posibilidades de faroleo y de ir tanteando si el contrario tiene o no esa carta que puede destrozar tu estrategia.

Para mi Haggis es un trabajo de diseño bien hecho. Como ya he dicho está muy cerca de los juegos de cartas tradicionales, de hecho podrían decirme que el juego tiene cien años y me lo creería. En realidad hay que reconocer que no es un diseño super original, más bien toma prestado conceptos de juegos de toda la vida, introduce algún detalle más y lo agita todo suavemente para dar una mezcla homogénea y casi perfecta. Concluyo diciendo que Tichu sigue gustándome un pelín más por lo del juego por parejas…pero es tan complicado sacarlo a mesa en el LudopÁtico que Haggis le va a ganar la partida este verano seguro.


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