06 enero 2012

La Primera de 2012

La primera entrada del 2012 no podía deparar sino dos cosas, primero una felicitación calurosa a todos los que nos visitan, leen y participan en el blog de una u otra manera, espero que este año sigamos disfrutando de los juegos; segundo, dejar constancia de que tardé sólo 2 horas en estrenar el presente año en el terreno lúdico, un nuevo record difícil de batir para mí y que pone el listón demasiado alto para lo que me parece me será un año complicado en este aspecto porque va a haber mucho tiempo que dedicar a lo personal.

Hace mucho que tenía una deuda con Dixit, un juego elegante al que en el año 2010 se le dieron todos los premios habidos y por haber. Un juego que me hizo pasar buenos momentos cuando lo probé. Era uno de los "juegos del año" recientes que aún no había incorporado a la colección y, aunque seguramente no salga demasiado en nuestras sesiones más duras, si que es un juego que he echado en falta más de una vez para esas reuniones ligeras en las que no sabes muy bien que sacar. Dixit me parece un juego para gente tranquila, vergonzosa y/o perezosa, el tipo de amigos a los que no puedes sacar juegos demasiado "party" porque no les van nada y lo sabes.

Básicamente ese era el panorama al que me enfrenté cuando, para la cena de fin de año, me dieron la tarea de llevar algún juego para amenizar la velada. Seríamos ocho a la mesa, en un primer instante descarté Dixit, es para seis, pero luego me di cuenta que era el juego perfecto para el grupo. Un juego tan inteligente como quieran hacerlo los participantes, sin demasiado tiempo muerto, sin aspavientos. Un juego de fiesta pero tranquilo, adecuado para los seis no jugones que se sentarían a la mesa junto Belén y yo. Y es que cada vez considero más importante el acertar con el juego, no vale sacar cualquier cosa, hay que empatizar con los participantes para adecuarse a sus gustos y a su personalidad, es el arte del anfitrión lúdico. De esta manera logras que el atractivo del juego para el no iniciado sea mayor. Hay que elegir el juego según quien vaya a jugarlo.

Así que aproveché la ocasión que se me presentaba para adquirir el citado Dixit y, ya de paso, la expansión Dixit 2, porque siempre he visto fundamental tenerla desde el principio y mezclarla con el juego original para no quemarlo demasiado rápido, cosa que es una de las pegas más grandes que encuentro a Dixit, hable de ellas aquí. Es un juego para jugar de cuando en cuando porque mantiene una frescura exquisita, sobre todo si lo haces con distintos grupos, cosa que Dixit permite ya que tiene unas reglas la mar de sencillas.

Conclusión, que la noche fue genial y las dos partidas a Dixit increíbles, una forma estupenda de empezar el 2012 y todo un éxito dentro del grupo de nada jugones. ¿La frase de la noche?, "te lo dije Amancio", pista para la carta que tienes más arriba, la acertamos todos, todavía nos estamos riendo.




1 comentario:

Kikaytete dijo...

Una gran elección para empezar al año.

Coincido en que es el juego perfecto para ciertos grupos de novatos.

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