18 enero 2011

Muertes en Pareja [16.01]

Las víctimas se sucedían sobre la mesa, cuatro mujeres asesinadas brutalmente en diferentes lugares del barrio londinense de Whitechapel. Los agentes de Scotland Yard observaban atentos los cadáveres. Había pruebas para acusar al Príncipe Eduardo como autor de aquellos crímenes, pero no eran suficientes para implicar una figura de su talla social. Tenían que estar completamente seguros y eso sólo podría hacerse con otra víctima y nuevas pesquisas, por cruel que esto fuese. Pero había un problema, quizás esta víctima fuera la última y el asesino, apodado por la prensa "Jack El Destripador", desapareciera para siempre en las sombras de Whitechapel. 

Pasaban los días sin nuevas pruebas y la presión se cernía sobre el inspector del caso que trataba de no poner su cargo a disposición porque sabía que esto podría acabar con la investigación. Fue imposible. Después de semanas de infructuosas investigaciones y sin nuevas pruebas la dimisión del inspector jefe fue portada de todos los diarios de Londres. Esa noche Jack actuó de nuevo y bailo su danza macabra en los callejones de Whitechapel para desaparecer después sin dejar rastro. 

Esto que acabas de leer es la dramatización de una partida real de Mystery Rummy que para no ser un juego de los puramente temáticos, con mecánicas que favorecen al máximo el flujo de la historia, para mi está muy bien tematizado.

Después de la grata impresión del viernes me animé a enseñar a Belén como se juega a Mystery Rummy con dos objetivos: por una parte probar el juego a dos para observar sus diferencias respecto a tres y por otro lado tener un cuarto jugador con la reglas en la cabeza para una posible partida a cuatro uno de estos viernes. 

Para empezar deciros que el juego a dos funciona pero es bastante diferente con respecto a tres jugadores debido, sobre todo, a que sólo hay una mano que controlar, la de tu oponente. Personalmente prefiero la incertidumbre de tener que controlar las cartas de más jugadores porque a dos se ve, más o menos fácil, cual es el juego del contrincante dependiendo de las cartas que deje en la pila de descarte, el número de víctimas, la velocidad en ponerlas en mesa y las cartas que guarda en mano. A dos el juego es mucho más claro pero también más "encarnizado" -valga esa palabra en un juego sobre Jack "el destripador"- porque, al no contar con un tercer jugador, cualquier carta que descartes o bajes a mesa de tu mano es directamente a tu oponente a quien puede beneficiar y esto creo que favorece el juego en la mano -oculto- para no descubrirte hasta el último momento. También tuve la impresión que se dan más los cambios de juego a lo largo de la partida tratando de despistar al contrario. Conclusión: otras sensaciones pero también gratas, ya sólo falta probarlo a cuatro a ver como va.

Una de las cosas que más me está gustando de Mystery Rummy, desde estas primeras impresiones, es la posibilidad de remontar partidas que parecían perdidas. Tanto a nivel de puntos -recordemos que se juega al primero que llegue a 100 en varias rondas- como a nivel ronda se le ha dado varias veces la vuelta a las situaciones más negras. Eso me gusta porque fuerza a jugar a tope hasta el final y disputar hasta el último punto.

LudopÁticoS: Maskleto y Belén.
Jugamos a:

Mistery Rummy (2 Partidas)

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