16 abril 2012

Bienvenido Bruno

Las 21:59 horas del día 16 de Abril de 2012 son ya un tatuaje de extrema felicidad en mi memoria, el momento justo que eligió Bruno para venir al mundo y convertir la partida a la vida que jugamos Belén y yo, desde hace años, en un nuevo reto lleno de emociones, mecánicas y estrategias por descubrir.
 
Bruno y otras maravillas.
El anuncio que hice en la entrada La Vida es un Juego hace unos meses es ahora un ser frágil y vulnerable pero con una fuerza interior tan arrolladora como cien dragones. Y es que el pequeño Bruno, el más joven de los LudopÁticoS, ha elegido el año del dragón para nacer y hacer así un homenaje a Stefan Feld. Lo siento mucho por Cathala o Faidutti pero a partir de ahora este será el Bruno más importante en el LudopÁtico. Y al señor Bauza decirle que esta maravilla supera con mucho cualquiera que él pudiera imaginar para su 7W. ¿Una curiosidad inesperada?, Boardgamegeek estás de suerte, las iniciales de mi hijo son B.G.G., así que compartes algo con él y eso es un honor que te queda muy grande.

Es mi primer hijo y adelantó dos semanas su fecha estimada de nacimiento, creo que tenía ganas de jugar su primera partida; todos perfectos, la mamá y el pequeño LudopÁtico. Un ser de tres kilos y pico lleno de vida, reacciones, instintos y gestos que me hacen sentir especial. Ahora toca poner todo de mi parte para que Bruno desarrolle al máximo sus cualidades e inquietudes y se convierta en una buena persona. Espero estar a la altura.

Como habéis podido comprobar, la fecha de esta entrada no corresponde al día en que está siendo publicada (20 de Abril),  sino al día de su nacimiento, perdonadme pero un hijo absorbe el tiempo más que un agujero negro la luz visible y no he podido sentarme a escribir antes. Además, vaya esta entrada como un minúsculo homenaje a las emociones que Bruno me ha hecho sentir en sólo cuatro días.

El juego de la vida tiene las mecánicas más sorprendentes que podamos imaginar y los hijos activan nuevas reglas en esta partida. Parece que no pero cambian tanto las condiciones de victoria que, por ejemplo, en sólo cuatro días ya no pienso en estrategias para ganar yo, sino para que gane él. 

Te quiero Bruno.