18 abril 2011

Este Juego Me Gusta

Ayer domingo el día amaneció de perros, el cielo gris plomizo descargando lluvia, niebla y una temperatura que requería el uso de abrigo. Me resultó curioso que puede fuera el mismo tiempo que hacía también en San Petersburgo -grado arriba, grado abajo- justo la ciudad donde viajamos lúdicamente hablando. La visita fue muy positiva, aún siendo nuestra primera vez, tanto que durante la partida se escuchó más de una vez la siempre agradable frase: "este juego me gusta".

Resulta intrigante saber las condiciones que han de darse para que un juego guste o no ya en una primera partida. Hay juegos que cuando terminas de estrenarlo te dejan la sensación que tienes que jugarlo otra vez, a ver si; luego están aquellos que se odian directamente y otras veces hay amor a primera vista. Soy incapaz de discernir cuales son los factores que dan uno u otro resultado pero he comprobado que hay algunos que favorecen el que un juego no se odie directamente y que, al menos, se le dé otra oportunidad. 

Según mi propia experiencia una buena explicación de las reglas es la mejor entrada para que un juego no pierda puntos antes de empezar a jugarlo, por eso, si eres el encargado de la explicación y no sabes muy bien las reglas o tienes muchas lagunas mejor dejarlo para otra ocasión en la que no tengas que consultar el manual mil y una veces. Eso mata el juego y el ritmo de partida. 

El momento en el que jugarlo también es fundamental, todos los juegos que he estrenado a altas horas de la madrugada han dejado un sabor de boca como mínimo raro. Para mi los juegos nuevos hay que sacarlos cuando las mentes están frescas, al inicio de la sesión lúdica y dejar para más tarde los juegos que ya se dominan. 

El número de jugadores es otro factor a tener en cuenta, mejor perder la oportunidad de sacar un juego a mesa que forzar una partida con un número que puede hacer que el juego baje enteros porque lo haría muy largo, porque las mecánicas pierden interés o que se yo. Igual de importante es el momento justo que el número justo.

Evidentemente al margen de todo lo anterior está el famoso factor "No me gusta" que anula todos mis razonamientos y engloba decenas de variables como el tema, las mecanicas, el grafismo, gustos personales, estado de ánimo, alineamiento de los planetas, como tengas el horóscopo, etc, etc. ¿Qué ha arruinado aquel juego que creías que gustaría?, comparte tu experiencia con nosotros.

Volviendo al domingo, estrenamos St. Petersburg y gustó mucho. La explicación de reglas fue corta ya que el juego no es difícil de explicar, que no así de dominar, punto a favor. Otra cosa que nos gustó es que el juego tiene un crescendo en el que notas como cada vez ganas más dinero y puedes hacer más cosas, disipando la sensación de agobio económico que se da en otros juegos, Troyes por ejemplo. Estas estrecheces dinerarias no gustan a todo el mundo, pueden limitar demasiado tus acciones. Además gustó que la partida estuvo reñida hasta el final y notamos que es bastante difícil distanciarse en puntos, lo que garantiza bastante tensión al final. Lo que menos agradó en esta primera partida es que nos pareció hay cartas realmente cañeras y si comienzas tú la fase en la que salga a mesa te la vas a llevar sí o sí, lo que puede darte cierta ventaja -anda que no me hizo pupita el recaudador de impuestos- durante el resto de partida. 

Si quieres saber más sobre este juego os recomiendo la gran reseña del amigo Lethan en Lex Friki Malacitana.

Para redondear la noche jugamos unas partidas a Hanabi y comprobamos, de nuevo, que cuanto mejor jugamos -me refiero a dar menos información verbal o gestual gratuita al compañero- peores puntuaciones hacemos. Decididamente es un juego exigente en intuición, complicidad y conexión entre jugadores. Hanabi sigue siendo el mismo reto que el primer día y es un juego que pica mucho, me refiero a que es difícil jugar una partida sin intentarlo de nuevo una segunda vez. Como será difícil que pruebe Ikebana -os recuerdo que el juego se llama Hababi & Ikebana y es un dos juegos en uno- me pongo manos a la obra para hacer la reseña del hermano Hanabi.

Ya tocaba irse a la cama  a soñar, claro que a nosotros nos gusta más soñar despiertos y con ese propósito nada mejor que una última a Onirim. Esta vez jugamos con todas las expansiones, a mesa llena. En este juego, como en Hanabi, es absolutamente recomendable no dar información verbal o gestual a tu compañero porque se pierde mucha de la tensión y la magia. Nosotros nos facilitamos mucho las cosas porque teníamos ganas de cháchara y planeamos todas las estrategias en voz alta: tu vas a esto, yo voy a aquello; ahora hacemos esto; tranquilo que yo tengo lo otro y así con todo ganamos in extremis. Si llegamos a jugar sin compartir toda esa información perdemos seguro.

No olvides leer nuestra reciente reseña de Onirim aquí.


LudopÁticoS: Maskleto y Belén [17.04]
Jugamos a:

Onirim (1 Partida)
Hanabi (3 Partidas) 
St. Petersburg (1 Partida)

Todas las imágenes han sido tomadas de la BGG y los derechos pertenecen a sus autores.

1 comentario:

Lethan dijo...

Totalmente cierto todo lo que dices sobre que te guste un juego; la hora, el número de jugadores, el tipo de jugadores... todo influye y es bueno tenerlo en cuenta.

Del Saint Petersburg poco más puedo decir; me encanta!

Al Onirim jugué ayer precisamente una a dos jugadores y también ganamos. De hecho, creo que en modo cooperativo nunca hemos perdido; me parece bastante más fácil que el modo solitario.

Y en cuanto al Hanabi, cada vez que lo mencionas me pones los dientes hasta el suelo; me encantan los juegos de deducción, y en cuando pueda me hago con uno de estos. Ansias tengo por esa reseña :D

Un saludo!

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