02 julio 2012

Diario de un Papá Jugón (11 Semanas)

Bruno, a punto de publicar.
Hace unos días Bruno me tiró la bronca, con la mirada ya que aún no dice palabra comprensible. Me recriminó que he bajado el ritmo de publicaciones aquí, en el blog, que estoy atendiendo demasiado otras cosas. O le ponía remedio o tendría que tomar él cartas en el asunto, me amenazó. No le hice mucho caso, es un renacuajo. Ayer tuve que quitarle el teclado de las manos. Lo pillé escribiendo un artículo para LudopÁticoS y estaba a punto de publicarlo, lo impedí porque, como aún no sabe escribir, aquello no tenía ni pies ni cabeza y los lectores ibais a creer que me he vuelto loco. Para que dejara de llorar al ver frustrados sus planes tuve que prometerle que, en cuanto sepa hablar, me dictará su primera reseña y la publicaremos, parece que le gustó la oferta porque se calló de inmediato.

Hoy Bruno cumple once semanas, qué bárbaro, como pasa el tiempo, da vértigo. Bruno crece rápido y cada día nos sorprende a su madre y a mí con alguna cosa nueva. Una risotada, una mueca, un gesto, algo que ayer no hacía, hoy si. Para mí sigue la vida como papá y como jugón, ambas viento en popa, descubriendo juegos, descubriendo a Bruno, descubriéndome. Este último mes he jugado a muchas cosas nuevas, de hecho creo que ha sido uno de los meses más fructíferos de los últimos años, he pasado muchas horas frente al tablero, la mayoría de ellas en solitario. Para quienes me leéis desde hace tiempo no será nuevo que siempre he sido un gran fan de los juegos que me permiten jugar solo, es el escape perfecto para quien, como yo, pasa muchas horas frente a la pantalla del ordenador. Es verdad que prefiero jugar con más gente pero cuando las ganas de vicio aprietan nada como tener la posibilidad de matar el gusanillo conmigo mismo.

Pero algo ha cambiado desde hace poco, actualmente, incluso a solitarios, ya casi nunca juego solo, y estoy encantado. Bruno se sienta a mi lado, en realidad lo siento yo, observa y atiende paciente a mi explicación de lo que pasa en la mesa. Por ahora es un niño tranquilo y muy observador, no se queja casi (toco madera), cuando le hablo se queda embelesado escuchándome, seguro no le interesa lo más mínimo lo que le digo pero lo disimula tan bien que no se nota. De vez en cuando se le escapa una carcajada, parece feliz, tanto como yo cuando comparto esos ratos con él. 

Los juegos onanistas tienen una gran bondad que los hace ideales para el papá jugón, permiten pausar en cualquier instante, no vas a dejar a nadie colgado en la mesa esperando tu siguiente jugada, un punto a favor para cuando Bruno "llama" sin previo aviso. Friday, Equilibrion, Labyrinth y Mage Knight, juegos exclusivos o con la posibilidad de jugar en solitario, se han unido a la colección recientemente y he pasado muchas horas frente a ellos, aprendiendo a jugar primero y jugando después. Después de probarlos los recomiendo todos, cada uno en su género, creo que resuelven muy bien la cuestión de jugarse en solitario.


Esto no significa que haya dejado las sesiones de LudopÁticoS los viernes o sábados, nada de eso, estamos tan activos como siempre, sorprendente pero cierto. Esos días de sesión la super mamá de Bruno se hace cargo del enano, que se porta de maravilla, y disfruto de unas tardes de juego fantásticas. La llegada de Bruno ha transformado ligéramente mi vida lúdica pero no ha hecho que esta desaparezca, es más, en muchas cosas ha mejorado. Simplemente hay que adaptarse, ser solidarios y repartir la responsabilidad. Por ahora a los LudopÁticoS no nos va nada mal con esta fórmula.  

Tanto es así que en una de estas sesiones del último mes jugué mi primera partida a ese coloso llamado República de Roma, enorme. Durante un buen rato Bruno estuvo en mi regazo jugando con nosotros, a su manera claro. Algún golpe en la mesa vetando una proposición ya pasada, observando atentamente el tablero, supongo que aprendiéndose las tablas; y con miradas furtivas a los otros jugadores, sin duda tratando de descubrir cual iba a ser su estrategia. Podéis verlo en plena partida aquí. Lo curioso es que no le costó nada estar más de media hora en mesa con nosotros, a este más pronto que tarde lo tengo lanzando dados, se me va a poner la sonrisa de oreja a oreja.

Por ahora Bruno juega a su manera, descubriendo que tiene manos, que además tienen dedos, mirando las fuentes de luz o hipnotizado por el siseo del sonajero. Todavía no sabe lo que es un dado, un tablero, una carta, una ficha, un cubito de madera, aunque ya los ha visto todos más de una vez. Si pudiese recordar cuando sea mayor este periodo de su vida podría decir: "cuando yo tenía dos meses vi como Roma sucumbía a las guerras; vi como se conquistaba la galaxia; vi como la Jihad derrotaba a la todopoderosa USA; vi a magos lanzar bolas de fuego, y todo eso lo vi sobre una mesa de comedor."


6 comentarios:

Neiban Kane dijo...

Bonitas líneas Julián! como sigas con este tipo de entradas nos vas a hacer soltar unas cuantas lágrimas ;)

Lethan dijo...

Geniales estas entradillas paternales :-)

Y ya que estamos, ¿que tal el Equilibrion? Que el Onirim me gusta mucho, y este me pica la curiosidad cosa mala.

Un saludo!

Maskleto dijo...

Pues me gustó mucho pero creo que Onirim es mejor juego, más redondo. No digo que este sea malo pero es algo más sencillo, al menos jugando sin expansiones un jugador me dio la impresión que era más fácil (la primera vez que jugué gané 1 de 3 partidas, en Onirim me parece que me costó unas cuantas partidas más vencer). Es un poco más puzzle y la suerte influye algo menos, me pareció más controlable, eso me gustó. Así que diría que son juegos bastante diferentes, lo que se agradece. En unas cuantas partidas haré una reseñita, una vez madure un poco mi opinión.


El juego a dos aún no lo he probado pero por las reglas me gustó como lo había resuelto, en este caso me parece que mejor que en Onirim.

Maskleto dijo...

Espero que Blogger dure muchos años y un día Bruno pueda leer estas entradas, le dará una visión curiosa de como compartía esta afición conmigo en sus primeros meses de vida.

Lethan dijo...

Si es diferente a Onirim me vale, porque es posible que me venga una época de aquí a poco en la que tenga que jugar mucho en solitario...

Un saludo!

Oceluna dijo...

Uy, tan seguro estás de que todavía no sabe lo que es un dado, un tablero, una carta, una ficha, un cubito de madera?? Si seguro que tiene su plan invencible exquisitamente trazado y sólo está ultimando detalles!!! Si esto funciona como los idiomas, no te preguntes en unos años por qué es imposible ganarlo y por la magnitud de las palizas... :-p
Y por supuesto, esperamos que se cumpla la promesa y esperamos con ilusión su primera entrada! :) Este mini-bloguero promete!

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