El sonido no se propaga en el vacío, será por eso por lo que no oí llegar una flota formada por 6 interceptores, 3 cruceros y 2 acorazados a mi sector Procyon donde una colonia minera y un centro de investigación generaban recursos para mi imperio. Tampoco me habían llegado noticias de que esa civilización ya conocía la bomba de neutrones, mi cara cuando la transmisión desde Procyon anunciando el ataque se cortó de súbito fue un poema. Sólo tenía una alternativa:
-Oye macho, ataca al jugador amarillo que a mí me tienes ya frito. -llorar, qué si no-.
Al abrir la caja de Eclipse todo es lujo, gráficamente evocador, componentes en cantidad y de muy buena calidad. Una imagen vale más que mil palabras, es mejor que lo veáis, así que os remito al Abriendo la Caja de...Eclipse que hicimos hace unas cuantas semanas. Realmente el juego es una delicia desplegado en mesa, aunque, para mí, toda esa magnificencia es justo uno de sus puntos débiles, necesita una señora mesa para jugar. La mesa principal de juego de los LudoÁticoS es un enorme mueble de 1,9x1m, tres jugadores fuimos bien de espacio,diría que 4 iríamos justos y cinco sería a mesa llena. El juego admite 6 jugadores aunque pare ello necesitaría una mesa de banquetes.
"teníamos ganas y curiosidad a partes iguales de saber que nos ofrecería este título."
Todos teníamos ganas y curiosidad a partes iguales de saber que nos ofrecería este título. Lo primero que te plantan delante es el tablero de jugador, lo llenas de cubos y fichas y te quedas embobado mirando ese panel de mando que bien podría ser de la mismísima Enterprise. En la parte superior están las cuatro naves que puede construir tu raza para con ellas tratar de conquistar toda la galaxia. Esto de las naves ya es un juego en si mismo, son totalmente configurables en armamento, defensas, capacidad de ataque, etc. y para un exjugador de Eve Online esto es lo más cerca que ha estado un juego de mesa de lo que llamamos fiteo en el argot de ese mmorpg. Fitear las naves, permítanme el verbo, es uno de los mayores atractivos que le encontré a Eclipse y un sistema muy original de particularizar tu estrategia de combate. Luego te pierdes entre todas las opciones e iconos que hay en el tablero, parece un galimatías, hasta que sabes leer lo que dice y entonces todo es cristalino, cobra sentido.
Explicar Eclipse lleva un rato, la mecánica es bastante intuitiva pero son muchos los detalles. Esta vez no tardamos mucho en la explicación porque todos veníamos con la tarea hecha desde casa y leímos el manual antes, aún así empezar a jugar nos llevó unos 20 minutos, poniendo en claro algunas dudas y concretando lo que no nos había quedado muy claro. Importantísimo el capítulo de combates que en las reglas me pareció un poco lioso pero que luego sobre la mesa se desenvuelve rápido y se demuestra absolutamente letal, el combate, no el capítulo, aunque a mi este último me mató más de una vez. En este juego las naves caen y los pilotos mueren, no les cojas demasiado cariño. El combate tiene una fase propia, después de las acciones de los jugadores, y se resuelve con dados de seis caras y modificadores dependiendo del arma o la configuración de las naves implicadas, un sistema sencillo pero suficientemente variable como para que los combates sean bastante diferentes dependiendo del equipamiento. Eclipse no es un juego centrado en los combates, por lo que trata de resolverlo sin hacerlo tedioso, para mí lo consigue. Una curiosidad favorable, apenas tuve dudas durante la lectura de reglas y durante la partida no encontramos ninguna regla conflictiva, el juego es muy claro e intuitivo, sin apenas excepciones, elegante diría yo.
Un juego como Eclipse, de ciencia ficción, no puede imaginarse sin un buen árbol de tecnologías que investigar y con las que mejorar nuestras naves, colonización, economía, etc. Lo que más me gustó es que logran variedad y profundidad tan sólo con nombres e iconos, sin largos textos que no harían más que ralentizar la partida. He de deciros que, salvo el manual, Eclipse es totalmente independiente del idioma, los únicos textos son los nombres de las tecnologías, tan sugerentes como Orbitales, Monolitos, Generador de Agujeros de Gusano, Cañón de Iones y muchos más, sin duda te meten en situación en un momento. La sensación que genera investigar la tecnología de Minería Avanzada y mandar entonces a tus colonos a extraer materiales en planetas que antes te eran inaccesibles no tiene precio, es muy vívida y realmente parece que tu civilización avanza y progresa. Todo con una claridad y simplicidad pasmosa. Y es que una de las cosas que más me ha sorprendido de este juego es que no necesita grandes gráficos ni textos de ambientación interminables para conseguir meterte en su universo.
"Eclipse ha logrado concentrar muchos detalles en un tiempo de juego abordable en cualquier sesión."
El final de nuestra partida fue ajustado al máximo, la diferencia entre el primero y el último fue de 6 puntos escasos, cuando además habíamos elegido caminos diferentes, me dio la impresión de juego equilibrado. También es cierto que jugamos todos con las razas humanas y no con las alienígenas, que son las que hacen el juego asimétrico. La cuestión tiempo, la caja advierte 30 minutos de juego por participante, sabéis que soy bastante escéptico con lo que dicen los editores sobre tiempos de juego, pero la verdad creo que esta vez se han acercado bastante. Para ser nuestra primera partida -lo que más de una vez significó el doble de tiempo de juego- sólo nos desviamos 30 minutos, es decir, tres jugadores, un par de horitas. ¿Cómo lo consigue?. Por una parte el sistema de acciones es muy ágil, los combates relegados a una fase particular ayudan también a que no haya demasiado tiempo muerto, algunas fases son simultáneas, el juego tiene una duración fija de nueve turnos; todo en favor de un buen ritmo de partida.
En conclusión, Eclipse ha logrado concentrar muchos detalles en un tiempo de juego abordable en cualquier sesión y es donde, a mi parecer, radica gran parte de su éxito. Normalmente estos juegos de civilizaciones con cierta profundidad son sinónimo de partidas de seis horas y largos tiempos muertos entre turnos. Eclipse soluciona ambas cosas y, como ya os dije, en media hora por jugador, como adelanta la caja, tienes batallas, traiciones, exploración, colonización, tecnología y un sin fin de pequeños detalles que dejan un regusto inmejorable después de jugarlo. Esta claro que para disfrutar de esta maravilla se necesita un buen espacio de juego, un nimio canon por una de las mejores experiencias de juego que he tenido en los últimos tiempos. Seguro que volveré a la galaxia de Eclipse muy pronto.