11 diciembre 2011

Civilization A Primera Vista


Antes de entrar en faena, quiero aclarar que soy uno de esos adictos a la saga de videojuegos Civilization de Sid Meier desde su primera versión, así que me enfrenté a la edición de tablero con un enfoque bastante crítico. Lo primero que cayó en mis manos fue el manual del juego, que me decepcionó y no por su aspecto o redacción, que están bastante cuidados. Pero lo que leí en aquella treintena de páginas no parecía acercarse ni de lejos a ya mítica complejidad de una partida de Civilization para PC. Me pareció una simplificación extrema de la maravilla creada por Sid Meier, con un mapa muy pequeño y un árbol tecnológico tremendamente encorsetado.
Pero he aquí que Maskleto se hizo finalmente con el juego de tablero y reunió en el LudopÁtico a cuatro jugadores dispuestos a probarlo, incluido yo. Reconozco que, durante la explicación de las reglas, aspecto en el que el amigo Maskleto es todo un experto, por su capacidad de presentar los juegos de forma clara y concisa, me gané un par de miradas reprobadoras por prestar poca atención a las partes que ya me sonaban.

Image Courtesy of Boardgamegeek

No obstante, manoseando las cartas, ojeando el mapa y atendiendo a las cosas diferentes que tiene el juego, mi opinión sobre este Civilization empezó a cambiar. Y es que, sin negar que es imposible condensar en un tablero uno de los mejores juegos para PC de la historia, debo reconocer que han sabido captar perfectamente la esencia de la saga. Eso sí, el cabroncete ocupa espacio como si fuese un wargame. Para empezar, tenemos el mapa del mundo, que es el centro de la acción y está formado por una serie de mini-tableros de 4x4 casillas dispuestos según el número de contendientes. A su alrededor, cada jugador deberá apañárselas para colocar las cartas de los avances científicos (que afortunadamente son pequeñas) y su tarjeta de civilización, que explica las cualidades específicas de tu pueblo y contiene también el track de oro y comercio, dos conceptos que se entrelazan con una mecánica muy interesante para reflejar que los países más ricos parten con cierta ventaja en cualquier relación comercial. Y todavía habrá que buscar un generoso espacio en un lado de la mesa para colocar otro tablero general que incluye el track de cultura, los mazos de unidades militares, las maravillas disponibles y alguna cosa más que ahora no recuerdo.

Image Courtesy of Boardgamegeek

El juego tiene mecánicas muy buenas, como la del combate, que hay que tomar con precaución sea cual sea la potencia del enemigo, pues siempre podemos sufrir pérdidas. Además, cuando nos enfrentamos a las aldeas del mapa, otro jugador se encargará de controlar a los indígenas, un buen recurso que hace más interesantes y difíciles estos enfrentamientos que si no, serían meros paseos militares.
Al contrario de lo que me pareció inicialmente, el árbol de tecnologías es bastante completo y no consiste simplemente de montar una pirámide de conocimientos hasta llegar a la investigación espacial (esa es sólo la forma de jugar si pretendes lograr la victoria científica), pues puedes dedicarte a descubrir todas las  tecnologías básicas e intentar ganar por otro camino. Sí, otro camino, porque hay varios tipos de victoria: cultural, militar, económica o científica (espero no haberme dejado ninguna atrás). Y cada una de estas formas de ganar el juego se alcanza a través de sus propios objetivos. Si quieres ganar por la vía militar, deberás tener lo que hay que tener para conquistar la capital de tu vecino el científico (por ejemplo), antes de que éste corone su pirámide de conocimientos descubriendo el vuelo espacial y te deje tirado con todas tus primitivas armas en esta roca que da vueltas al Sol. O antes de que otro país amase una fortuna tan inmensa que pueda comprar el mundo entero, si lo desea... O incluso puede ocurrir que el nivel cultural de uno de tus oponentes sea tan elevado que al resto del mundo no le quede otro remedio que rendir sus armas, su oro y sus conocimientos ante el bienestar que se respira en los dominios del vecino.

Image Courtesy of Boardgamegeek

En resumen, Civilization es un eurogame largo de jugar y complicado de dominar, que te permite elegir qué camino quieres seguir hacia la victoria (aunque los rasgos propios de cada civilización ya definen la pauta a seguir), mientras libras combates rápidos y amenos, comercias con recursos naturales limitados, obtienes nuevos conocimientos, estableces inestables alianzas con tus vecinos y desarrollas tus ciudades con nuevos edificios y maravillas.

Dificultad de aprendizaje: Alta

A primera vista me gustó: Reconocer detalles que han existido en alguna de las versiones para PC, como que los rusos ya conozcan el comunismo desde el principio (no es así en todas las versiones, pero sí en algunas). La mecánica del combate, bastante ágil, y la posibilidad de desgastar a otro jugador si manejas bien las tropas indígenas de las aldeas. El track de comercio y oro. La libertad de investigar lo que realmente necesita tu civilización.

No me causó tan buena impresion: El despliegue en una partida a cuatro jugadores es inmenso, por lo que el tablero secundario de cultura, unidades militares y maravillas es difícil de ver si te toca en el lado opuesto de la mesa. El mazo de avances científicos de cada jugador se compone de muchas cartas y para no ocupar más espacio (¡¡¿¿más aún??!!), su tamaño es bastante pequeño, haciendo incómodo su manejo hasta que te las aprendes de memoria, tarea que presupongo bastante larga. El coste de movimiento es el mismo para todos los tipos de terreno, impidiendo un uso táctico de las montañas o los bosques.



7 comentarios:

Lethan dijo...

Excelente primera impresión!

Yo soy otro de esos que se han tirado noches sin dormir dale que te pego con el juego de PC, y aunque al principio me dejo las mismas sensaciones de no tener nada que ver al leer las reglas, los comentarios de la gente me han ido dando cada vez más ganas de jugar.

Por desgracia por duración y complejidad es de esos que no ven mucho la mesa y no me atrevo a comprarlo (bastantes juegazos tengo ya cogiendo polvo...).

Un saludo, Ludopáticos!

Israel Béjar dijo...

Totalmente de acuerdo contigo en que la cantidad de espacio que ocupa desplegado es un problema. Aun así, el juego es tan bueno, desde mi punto de vista claro, que la merece la pena hacerle hueco en cualquier lado. Un saludo

Kikus dijo...

¡Buf! Y lo peor no son las horas de sueño perdidas, Lethan. No sé si a ti también te ha ocurrido, pero yo, cuando apagaba el ordenador a las tantas de la madrugada y me iba a la cama, no podía dormir porque seguía dándole vueltas a mis próximos movimientos en la partida. Y cuando probé la versión de tablero... ¡¡me pasó lo mismo!! Eso terminó de convencerme de que es un juegazo y de que, como dice Israel, hay que darle una oportunidad... o dos, porque en la primera es difícil exprimirlo al máximo.

Lethan dijo...

Jajajajaja, me alegra saber que no era el único enfermo cuya vida ha girado en torno al Civilization ;D

Y que eso pase en un juego siempre es buena señal; a mí esas discusiones después de la partida de "Uf pero si llego a atacarte en el penúltimo turno..." me encantan ;D

Baltior dijo...

Para mi es un juegazo. No esperaba que pudiera sorprenderme tanto un juego basado en un videojuego. Pero para mi este Civilization es un juego que usa el nombre de un buen juego de PC y sigue perfectamente la filosofia del mismo.

Uno de los imprescindibles en cualquier ludoteca.

Kikaytete dijo...

Yo estaba un poco mosca porque en general suelo huir de adaptaciones que, normalmente, buscan el tirón comercial con cualquier truño.
Pero no es el caso. El juego se parecerá más o menos al de PC, pero las sensaciones son muy buenas.
Una pena que sea tan largo, pero es que no le veo manera de acortarlo sin perder encanto.

Kikus dijo...

Yo también creo que la duración de las partidas es el pequeño precio que hay que pagar para que sea tan bueno. Ya estoy contando las horas para mi próxima partida (este sábado), en la que, con un poco de suerte, se liará parda si exprimimos la fase de negociación del juego. En nuestra primera partida, cada uno estaba probando cosas y centrándose en su propio imperio, así que apenas le metimos el dedo en el ojo al vecino, jejeje.

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