
¿Cuántos juegos tienes en la estantería sin estrenar?, con las reglas bien leídas, o no, algunos sin tan siquiera desprecintar, esperando la oportunidad para respirar, aislados del mundo lúdico dentro de un plástico transparente. Y por otro lado, ¿cuánto tiempo se necesita para jugar a todos los juegos de una colección de doscientos más de una vez, teniendo en cuenta que en nuestras sesiones no solemos repetir por las ganas de probarlo todo, de jugar cosas diferentes y sentir cosas distintas?. Mis respuestas son: más de los que quisiera y más del que tengo. Por eso ha llegado el momento de tomar una decisión drástica.