10 junio 2011

Yggdrasil A Primera Vista


El gélido viento se adentró en la espesa barba trenzada hasta llegar a la piel y crear en ella una fina película de escarcha. El invierno ese año había llegado con fuerza pero la caza era el único sustento para la tribu y se requerían hombres fuertes y diestros para entrar en el bosque en busca de algo que echar a la boca de mujeres y niños, a los hombres con un barril de cerveza caliente les era suficiente. Como vikingo le tenía miedo a muy pocas cosas, una de ellas no ser llevado al Vahalla, el paraíso del guerrero, a su muerte. Claro que si supiera que allá arriba, o abajo, vaya usted a saber, se está librando una batalla del copón donde ellos, los vikingos, son carne de cañón pues igual se lo pensaba antes de morir honrosamente. 

Primer contacto con Yggdrasil, un juego cooperativo de los que me gustan, de esos que pueden jugarse también en solitario. Además tiene otra característica que me hizo decidirme a comprarlo, hasta 6 jugadores en un tiempo máximo de 80 minutos, algo de lo que no pueden presumir muchos cooperativos. En Yggdrasil cada jugador toma el papel de un dios nórdico con la misión de defender sus dominios comunes del asalto de las criaturas malignas que lo amenazan, una colección de puñeteros seres cada cual más malo que el anterior. La mecánica es bastante sencilla de explicar y sobre la marcha fuimos aprendiendo los pormenores y particularidades de las cartas y los enemigos, después de unos pocos turnos ya estábamos metidos en faena sufriendo como condenados, o como dioses como bien decía aquella telenovela "Los dioses también lloran", ¿o era los ricos?. La mecánica tiene toques de originalidad, cada dios en Yggdrasil puede realizar en su turno 3 acciones de nueve disponibles en el tablero. Cada acción sólo puede realizarla una vez en cada turno, además cada dios dispone de cierta ventaja individual que lo diferencia del resto.  


Lo primero que sorprende al abrir la caja es el estupendo arte del juego. El amigo Pierô (el mismo de Ghost Stories) se ha vuelto a lucir y ha dotado a Yggdrasil de un carácter propio, el tablero te deja con la boca abierta. Las bolsas de cuatro colores cuando las ves parecen cutres pero después de una partida agradeces que tengan esa forma para poder meter, sacar, rebuscar rápidamente en su interior. La bolsa blanca podía ser un poco más opaca ya que se transparenta el interior, pero bueno, con la velocidad y sin mirar no se nota. Lo peor es el megadado que se han inventado, madre mía que dado más gordo y poco manejable.Además los tableros de dioses podían haber sido de un cartón con más gramaje. Todo el juego es independiente del idioma a base de iconos muy sencillos, las instrucciones en español puedes encontrarlas en la página de la editorial Ludonaute aquí (gran trabajo de traducción de los amigos de Ultimo Turno).

Just Married
Al principio el juego da tregua, los primeros turnos no parece el león tan fiero como lo pintan pero eso es para que tomes confianza y te vayas preparando, unos pocos turnos después ya empiezas a agobiarte un poco y al rato estás con el agua al cuello, sin saber como detener a la horda que se te va a meter hasta la cocina. Nos gustó lo rápido que pasaban los turnos y lo ágil que pareció fluir el juego.

El estreno lo hicimos los 3 de siempre en viernes noche y perdimos 3 veces estrepitosamente en modo normal, eso me gusta, el juego ya de serie es difícil, más reto. Las partidas fueron una detrás de otra porque el juego pica bastante y al no ser excesivamente largo, sobre todo cuando pierdes, dan ganas de intentarlo de nuevo por ver si somos capaces de hacerlo mejor. Nosotros mejoramos, pero poco. Yo lo he probado -y perdido- también en solitario y me gustó bastante, el juego no pierde sabor y se puede jugar perfectamente un dios contra el tablero.

El juego, como buen temático, incluye bastante componente de azar y eso le da rejugabilidad, tensión e incertidumbre a partes iguales. Dentro de los cooperativos me recordó más a Ghost Stories que a Pandemic, también tiene un método de control para el que quiera pueda rebajar el factor suerte, siempre que invierta sus acciones en ello (parecido a los Tao de Ghost Stories). De esa manera habrán jugadores impulsivos que arriesguen más porque confían en su buena fortuna y otros mas cagoncetes que prefieren asegurar sus jugadas. reconozco que soy más de los segundos que de los primeros.

A primera vista me gustó: un grafismo excelente, hasta 6 jugadores, difícil pero no frustrante, buen modo solitario.

No me causó buena impresión: el dado, la bolsa blanca, la calidad de los tableros de dioses.


4 comentarios:

Lex Friki Malacitana Juegos de dijo...

 Que ganas le tengo a este

Maskleto dijo...

Gracias Lethan. Buff eso de recomendarlo y ser tú el único que no puede hablar de el es una gran putada xD. Por cierto lo del Ghost Stories clama al cielo!!! Tienes que probarlo YA aunque para ello tengas que venir a Canarias. xDD

PD: si, parece que funciona el Disqus este :)

Clint Barton dijo...

Hola
¿En solitario como lo juegas? yo lo juego con dos dioses y en el nivel 1 añadiendo una carta de enemigo enfadado y no hay manera de ganarle, es un juego muy divertido a mi no me recuerda tanto al Ghost Stories salvo el tema del grafismo de Piero. no sabría decir cual de los dos me gusta más

Maskleto dijo...

Yo por ahora lo estoy jugando con un solo dios, en nivel normal y me da una caña del copón. xD
A mi el "aire" a Ghost Stories me viene por dado+añadidos en el combate, personajes con habilidades especiales, 9 acciones=losetas de pueblo de GS, losetas encantadas=gigantes de hielo que cierran una acción. No sé, me lo recordó un poco pero es cierto que Yggdrasil y GS tienen muchas diferencias.

Últimamente juego más a Yggdrasil, es más fácil de montar, menos parafernalia :) y he notado que también es más fácil de explicar a los novatos, menos iconos y menos excepciones. GS es un juego más complejo.

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