08 julio 2010

Forbidden Island (Reseña)

El helicóptero sobrevoló la isla hasta encontrar una zona donde aterrizar de forma segura. Desde la altura se veía mucha vegetación y algunas edificaciones entre la maleza. Una vez tomado tierra el equipo bajó y comenzó a rastrear la isla, todas nuestras investigaciones nos dirigían a aquel pequeño trozo de tierra, era el lugar donde se escondían reliquias de un poder fuera de toda comprensión humana. 
Nos habíamos separado para abarcar más terreno cuando la isla tembló bajo nuestros pies y algunos de los miembros del equipo se encontraron con el agua al cuello. Los poderes de la isla sabían lo que habíamos ido a buscar e intentarían evitar nuestro expolio.


Esto es lo que se encuentran los jugadores al comenzar una partida de Forbidden Island, uno de los juegos que ha salido recurrentemente en mis últimas sesiones de juego.Matt Leacock me enganchó con Pandemic y ahora lo ha vuelto a hacer con una mecánica calcada a la de aquel pero un tiempo de juego menor y una ligera simplificación de las reglas. Quizás ese es un pequeño pero, que la mecánica sea tan parecida a la de Pandemic, y si has jugado a este último puede que tengas esa mecánica quemada, aunque he de reconocer que el juego funciona.

La presentación del juego es impecable , empezando por la caja de metal que lo contiene con relieves en la portada, una evocadora imagen de una isla aparentemente tranquila (nada más lejos de la realidad). Las figuras que representan las reliquias son de plástico y están muy bien talladas, con bastante grado de detalle. Las ilustraciones corren a cargo de C.B. Canga y ya digo que ha hecho un gran trabajo. El grupo de losetas que representan las localizaciones da gusto desplegarlo sobre la mesa y cada una de ellas es una pequeña obra de arte. Las cartas de localización tienen la misma ilustración que su loseta correspondiente, las de tesoro representan las diferentes reliquias y las de subida de nivel del agua explican en cada una de ellas de forma gráfica los pasos a seguir cuando salen. Las únicas que son menos resultonas son las cartas de  roles, quizás poco elaboradas para mi gusto, un icono que representa tu profesión y el resto texto explicativo por una cara y el resumen de turno por otro.

La caja metálica, las losetas, las cartas, las reliquias. Pero que bonico es el puñetero. En la imagen de arriba la forma inicial  de la isla. 
 
Como siempre, una explicación de las reglas de juego para que te hagas una idea de como funciona.

El objetivo del juego es recolectar las cuatro reliquias que contiene la isla. Para conseguir cada una de ellas los jugadores han de reunir 4 cartas de la reliquia en cuestión y reclamarla en una de las dos losetas por reliquia en las que esto puede hacerse. Una vez hecho los jugadores han de reunirse en la pista de aterrizaje para poder escapar de la isla. Claro que la cosa sería sencilla si el juego no hiciera nada por impedirlo, pero como es normal la dichosa isla no se va a estar quieta. Perderemos si; sube demasiado el nivel de agua, desaparece la loseta de pista de aterrizaje, desaparecen las dos localizaciones donde podemos reclamar un tesoro antes de haberlo conseguido o desaparece una loseta donde se encuentra un peón y este no puede moverse a una contigua.
¿Y como rescatamos los tesoros? os preguntaréis, pues muy fácil (por decir algo). Lo primero que haremos será formar la isla aleatoria con las losetas. Un octógono de losetas aleatoriamente colocadas conformará una isla distinta cada partida, lo que garantiza una alta rejugabilidad. Barajamos las cartas de localización y las situamos a un lado. Hacemos lo mismo con las cartas de tesoro y damos dos a cada jugador (al ser cooperativo se juega con las cartas boca arriba). Esta será la mano de ese jugador y podrá tener en ella un máximo de cinco cartas. Los siguiente será hundir "un poquito" la isla y para ello las losetas tienen dos caras diferenciadas, por una parte la localización emergida y por otro (en azul) la sumergida. Así que robamos seis cartas de localización del mazo y estas serán las que comenzarán el juego sumergidas., estas cartas irán al descarte de localizaciones. Una vez hecho esto se reparten al azar, o no, un rol por jugador y se colocan los peones en la loseta de inicio de cada una de ellos.
Y allá que vamos a la aventura antes que la tierra bajo nuestros pies desaparezca y con ella nosotros o alguno de los tesoros que hemos ido a buscar.


El temido medidor del nivel del agua. Si el medidor llega a la calavera es obvio lo que pasará. A la derecha de la imagen las cartas de subida de nivel de agua.

En cada uno de los turnos un jugador tiene 3 acciones que podrá invertir una o mas veces entre moverse, drenar una loseta sumergida (darle la vuelta a su cara seca) o reclamar una reliquia. Cada una de ellas cuesta una acción y sólo pueden realizarse ortogonalmente (sólo el jugador con el rol de explorador lo puede hacer diagonalmente). Además de estas acciones comunes para todos los jugadores cada uno de ellos tiene una habilidad especial proporcionada por la carta de rol. Después de invertir sus acciones en lo que le plazca el jugador robará dos cartas de tesoro que pasarán a formar parte de su mano. Y para terminar mostrará tantas cartas del mazo de localizaciones como  el nivel de agua actual. Ah, se me olvidaba el nivel de agua!. Esto para los que hayan jugado a Pandemic equivale al nivel de infección, para los que no deciros que  el numero de cartas que robaremos dependerá del nivel de agua actual y ese será el número de losetas que sumergiremos cada turno. El número irá variando a medida que avanza la partida debido a las cartas de subida de nivel. Así cada vez que robemos del mazo de tesoro tenemos la posibilidad que salga la carta de subida de nivel de agua (hay tres mezcladas al azar en ese mazo). Cuando sale una de estas cartas se sube en un punto la marca el nivel de agua y lo que es más importante, se barajan todas las localizaciones descartadas hasta ese momento y se colocan en la parte superior del mazo de localizaciones. A partir de entonces si al revelar cartas de localización esta corresponde a una loseta que está inundada esta desaparecerá del tablero. Y como dije antes hay varias formas de perder el juego cuando desaparecen losetas.

Como pinceladas finales al tema de reglas deciros que hay algunas cartas en el mazo de tesoro que nos ayudarán en nuestro cometido de forma instantánea en cualquier momento sin gastar una acción. Además los jugadores pueden intercambiar cartas entre ellos al precio de una acción por carta siempre que estén en la misma localización.

Personalmente pienso que los roles más desequilibrantes son el piloto (puede mover a cualquier loseta una vez por turno por una acción), el ingeniero (con una acción draga dos losetas a la vez) y el mensajero (no ha de estar en la casilla de su compañero para pasarle una carta de tesoro). Sin alguno de estos tres miembros en el equipo el juego es un poco más difícil si cabe. Así que este es otro modo de controlar la dificultad inicial y no sólo con el nivel de agua.

Si quieres ahondar en las reglas con más detalle puedes leerlas completas (aunque sólo las he encontrado en inglés) aquí.

El juego tiene una duración de no más de 30 minutos, muchas veces la isla se sale con la suya mucho antes. Tiene un alto componente familiar y puede ver mesa con jugones y con no jugones muy fácilmente ya que las reglas son muy sencillas de explicar, además que el factor cooperativo hace que puedas jugar un par de turnos de ejemplo guiando a los novatos hasta que se suelten. La relación calidad/precio me parece prácticamente insuperable, ya que por menos de 14€ tienes muchísimas horas de diversión perfectamente enlatada. Yo lo compré aquí. El juego es prácticamente independiente del idioma, sólo aparece texto en las cartas de rol y es muy escaso.

Como en todo juego cooperativo recomiendo que los jugadores jueguen de forma independiente pero coordinada, porque si no puede darse la figura de un líder que guia al resto durante el juego y esto le quita diversión. Así que lo mejor es dejar que cada uno haga lo que considere más razonable en su turno, sin olvidar los consejos de los compañeros, pero teniendo el jugador la última palabra.

Me gusta y puede gustarte: de 1 a 4 jugadores, la calidad de los componentes y las ilustraciones, la duración del juego, los diferentes niveles de dificultad, el ajustado precio, más familiar que Pandemic.

No me gusta y puede no gustarte el grafismo de las cartas de roles, la dificultad del nivel legendario, que la mecánica la tengas un poco quemada si has jugado a Pandemic.  

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