31 agosto 2011

Rumbo a Goa sin Viento

Portugal, una época de descubrimientos y la ruta de las especias fue el tema elegido para la primera noche lúdico-temática. Con tal fin escogimos dos juegos que nos sitúan en el rol de buscadores de fortuna en el comercio de ultramar. Navegador aborda el tema de los descubrimientos y el comercio de azucar, oro y especias a lo largo del globo. Goa se centra en el fructífero mercado de especias que floreció en aquella colonia durante el siglo XVI. En esos siglos los barcos eran parte fundamental de la economía y el viento de popa el mejor aliado del comerciante que veía como sus navíos viajaban rápido y podía cargarlos de nuevo para seguir haciendo negocio. La riqueza en aquel momento la repartía Eolo y si este estaba ausente también lo estaba el bienestar de muchos, ricos y pobres. Sin viento los barcos navegan muy lentamente como sin viento las partidas se hacen eternas.   

Difícilmente podríais intuir por el comienzo de esta entrada que las dos partidas de la sesión fueron más largas que un día sin pan, demasiado largas para mi gusto y eso que no me cuesta nada pasar tres horas con un Railways of the World, por ejemplo. Pero hay juegos, igual que jugadores, que no soportan ciertas duraciones de partida y creo que, durante esta sesión de juego, llegamos a un límite que no me gustaría alcanzar de nuevo porque los juegos se resienten y declinan en calidad. No es lo mismo estar concentrado 90 minutos que 120 o 150 dependiendo de las mecánicas de juego e interacción entre jugadores. Algunos de nosotros a medida que avanza el tiempo de juego, y repito, en según que juegos, vamos desconectando de la partida y esto merma seriamente nuestras posibilidades de hacer las cosas bien, ser competitivos y por ende nuestras posibilidades de victoria, lo que le resta gracia al asunto y beneficia a los jugadores de pensamiento lento. ¿Puede una partida a un ritmo demasiado lento dar al traste con un buen juego?, según mi experiencia reciente sí.

Empezó la noche con Goa, el juego con una de las mejores mecánicas de subasta que he visto nunca. Una subasta ágil a una única vuelta de pujas, con preferencia para el que empieza la puja y que lo beneficia si no gana la misma. Esta mecánica genera posibilidades y estrategias que no he visto en ninguna otra mecánica similar. Personalmente pienso que la fase de pujas de Goa es lo mejor del juego, el resto está bien pero no a la altura de dicha fase. En realidad toda la interacción entre jugadores se da cuando eliges que loseta vas a sacar a subasta, donde coloca la bandera el jugador que comienza o qué puede interesar a tus oponentes y si pagarán mucho dinero por ello. La fase de desarrollo del juego es, realmente, casi un solitario, cada uno en su tablero se lo va montando como puede. Vale que en la adquisición de colonias puede haber algo de interacción también, pero poca, realmente cada uno pilla la colonia que más le interesa, si con ello joroba a un oponente, mejor que mejor, pero no creo que nadie coja una colonia simplemente por fastidiar la estrategia de otro jugador.
Goa y sus ocho rondas se deberían jugar en unos 90 minutos según reza la caja, vale pongamos algo más,  pero poco porque teniendo en cuenta que cada uno en su tablero se lo guisa y se lo come la única pérdida real de tiempo es la subasta. Como ya dije esta es a una sola vuelta con lo que tampoco debería alargarse tanto, pues nosotros no sé como lo hicimos pero lo alargamos y el juego perdió muchísima intensidad en los últimos compases. Primera partida sin viento, creo que el ánimo de los marineros se resintió un poco.

Después para liberar nuestras mentes de las horas de quemar neuronas jugamos varios casos del Black Stories y Black Stories Crímenes Reales. No me canso de decir que este juego es divertidísimo y absolutamente recomendable. Viento en popa a toda vela.

La segunda partida empezó con una suave brisa pero acabó en calma chicha, fue la de Navegador. No me extenderé demasiado ya que estoy preparando una entrada amplia sobre mis primeras impresiones de este juego. Decir sólo que a todos nos gustó bastante pero que no es un juego para casi tres horas que duró la partida. Realmente al final de esta (y no era tan tarde) todos menos uno de los jugadores creo que habíamos desconectado un poco y estábamos deseando que alguien detonase el final como fuera. El rondel es una mecánica muy curiosa y bien engranada pero advierto que no aguanta tres horas dándole vueltas al invento ni por asomo. Después de ese tiempo estábamos casi todos mareados de tanto girar alrededor del dichoso rondelillo y hasta un poco de manía le cogí. Lo mejor contra el mareo fue la breve tertulia que se generó después donde opinamos sobre las diferentes y múltiples estrategias con las que se puede abordar una partida a Navegador, me encanta cuando acabamos de jugar y comentamos.

Esta fue la sesión lúdica, después de las incidencias temporales advierto a los LudopÁticoS que para futuras partidas a juegos más o menos pesados (no a Dominion) vamos a probar con reloj de tiempo personal para ver si logramos aligerar la cosa. El tiempo para cada uno lo obtendremos dividiendo un poco más del tiempo recomendado en la caja entre el número de jugadores. ¿Alguien ha jugado así?